La deuda soberana en dólares experimentó un ligero incremento de entre 1,5% y 3,5% el pasado jueves, a pesar de los indicios de una posible desaceleración. Factores como el superávit financiero, los moderados recortes en las previsiones de la cosecha gruesa que estuvieron por debajo de lo anticipado debido a las lluvias, y el tono positivo de la reunión entre Luis Caputo y Gita Gopinath del FMI, impulsaron el incremento en la renta fija. El precio medio ponderado alcanzó el umbral de 40 dólares estadounidenses. A diferencia de las últimas semanas, el mercado demostró una preferencia por el duration en lugar de flujos a corto plazo.
El interés en los dólares financieros continuó en descenso. De hecho, el CCL está cerca de igualar su nivel medio de la última década a precios constantes, a pesar de estar lejos del nivel medio de 2017. La reducción de la brecha cambiaria ha disminuido el interés por las coberturas en previsión de posibles aumentos en el tipo de cambio oficial. La disminución de los contratos de Rofex, la debilidad en bonos y sintéticos dólar linked, y las tasas confirmadas por las últimas emisiones corporativas reflejan la pérdida de interés por estas estrategias.
A falta de interés en instrumentos vinculados al tipo de cambio oficial, el tramo largo de la curva CER lideró el rendimiento en las últimas dos semanas. Los bonos con duraciones superiores a dos años mostraron aumentos de entre 7% a 16% en pesos. El CCL disminuyó un 11,4%. Sin embargo, surge una pregunta: ¿Es sostenible la brecha entre las tasas reales y los rendimientos de los bonos en dólares? A primera vista, el cepo, la apreciación esperada del tipo de cambio, y el diferencial de crédito por moneda explican este fenómeno.
Con la totalidad de la serie colocada (VN 2.000 millones de dólares estadounidenses), el bono más corto para importadores gana profundidad y visibilidad en el mercado secundario. Su precio frente a los dólares extranjeros ronda los 87 dólares estadounidenses, lo que implica una Tasa Efectiva Anual de 17,2%. Esto confirma que este bono del Banco Central, que no paga cupón pero devuelve el capital de forma mensual desde julio y hasta junio de 2025, tiene un status superior a la deuda del Tesoro. Por ahora, ofrece rendimientos por debajo de las tasas que ofrecen créditos provinciales comparables.