Reflexiones sobre la “mentalidad de contenidos” en nuestra sociedad digital
¿Has seleccionado alguna vez tu atuendo en función del potencial de las fotografías para las redes sociales? ¿Eligió un restaurante o postre en base a su “instagrameabilidad”? ¿Asistió a un concierto, grabó su canción favorita y olvidó mirar a su alrededor? Lo que compartimos en las redes sociales es una edición cuidadosa de nuestro día, y lo que recibimos de ellas nos condiciona tanto que está dando lugar a una nueva mentalidad que influye en nuestros comportamientos y consumo.
La mentalidad de contenidos: una prioridad en la era digital
Esta mentalidad, conocida como “mentalidad de contenidos”, implica que damos prioridad a “grabar y mostrar” las experiencias o productos que consumimos en las redes sociales, en lugar de disfrutarlas, elegir de manera auténtica y estar presentes en el momento.
La influencia de la mentalidad de contenidos en nuestra sociedad
Un ejemplo reciente es el video viral de miles de personas grabando o transmitiendo en vivo la llegada del año nuevo en París. Al llegar la medianoche, no se abrazan, no gritan, no brindan. Solo siguen con sus teléfonos celulares en alto como si fueran un tesoro sagrado.
Este fenómeno también se evidencia en la costumbre de hacer un “balance de fin de año”. Reconozco que estuve indeciso acerca de si hacerlo o no. La mayoría a mi alrededor lo hizo, y me sentí al margen por no unirme a ellos. “La influencia de la mentalidad de contenidos en nuestros comportamientos y consumo es múltiple. Por una parte, el consumo está cada vez más vinculado a las tendencias que vemos en las redes sociales. Si una marca logra posicionar su producto en las tendencias (maquillaje, helados, una taza, una billetera virtual, etc.) experimentará un pico en el cual muchas personas querrán eso porque todos los demás lo tienen”, dice Natalia Alfonso, directora de Insights y Cultura de la agencia Be Influencers.
Contenido generado por el usuario: un reflejo de la mentalidad de contenidos
El segundo aspecto, que está relacionado con el anterior, es el auge del contenido generado por los usuarios (UGC, por sus siglas en inglés). Esto ocurre cuando las personas mostramos un producto de una marca, un look de un famoso o el lugar de moda que visitamos porque tenemos miedo o ansiedad de quedar fuera de la corriente de consumo.
“Hoy en día, todos somos una combinación de periodistas, community managers y agencias de contenido con un jefe invisible pero omnipresente que nos presiona para hacer más. El conocido FOMO (miedo a perderse algo, por sus siglas en inglés) en las redes sociales ya no es solo el miedo a perderse algo, sino también a no generar contenido, aunque nadie lo esté esperando. Pasamos del FOMO al FOBO (miedo a quedarse fuera), el miedo a quedarnos fuera”, concluye Alfonso. Al recordar algunas cosas que compartí en las redes bajo esta mentalidad, siento vergüenza al reconocerlo.