Arresto de dos hombres tras masacre en ocupación de terrenos
Dos individuos han sido aprehendidos por la masacre que tuvo lugar en una ocupación de terrenos. El suceso ocurrió el domingo anterior cuando al menos tres personas armadas abrieron fuego contra una multitud presente en una reunión en el terreno ocupado, lo que resultó en cinco víctimas mortales. Los dos arrestados estaban siendo buscados activamente por estos homicidios y fueron finalmente capturados por la policía de la provincia de Buenos Aires.
Según fuentes judiciales, estos cautivos son sospechosos de haber sido dos de los atacantes que dispararon contra las víctimas. Además de estos dos, hay otros dos sospechosos que todavía están siendo buscados por la policía de la provincia de Buenos Aires, que están colaborando con el fiscal de La Matanza, Carlos Arribas, en la investigación.
Buscando a los sospechosos restantes
Uno de los sospechosos con una orden de arresto pendiente que está siendo buscado por la policía ha sido identificado por fuentes judiciales como Juana Correa Villalba, una ciudadana paraguaya que presuntamente lidera un grupo delictivo dedicado a la usurpación y venta ilegal de terrenos ocupados, como el lugar donde ocurrió la masacre. El otro fugitivo es sospechoso de ser el tercer tirador.
Este grupo delictivo también estaría compuesto por la pareja y el hijo de la supuesta líder. La “cuarta pata” del grupo sería una mujer identificada como “la delegada del grupo”, llamada Irma y residente en González Catán.
Análisis de la estructura delictiva
La ocupación del terreno ha sido objeto de acciones legales desde 2019 y ha sido despejada en tres ocasiones. En junio de 2023, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 2 de Gregorio Laferrère emitió una prohibición de innovar. Existe una persona acusada de usurpación, a saber, Juana Correa Villalba.
A partir de testimonios recolectados, se ha podido determinar la existencia de una organización delictiva dedicada a la usurpación y venta ilegal de terrenos, liderada por una mujer de nacionalidad paraguaya con antecedentes penales por intento de usurpación y resistencia a la autoridad.
Los testimonios recogidos por fuentes locales en un recorrido por la cantera fueron coincidentes: los terrenos fueron parcelados y vendidos por personas de nacionalidad paraguaya que cobraban entre $100.000 y $500.000.
La banda se encargaba del cobro del consumo eléctrico (la conexión se realizaba de forma ilegal) y del mantenimiento del alumbrado público y de la creación de nuevas calles, imponiendo un código de convivencia bajo su mando. Asimismo, la banda frecuentemente desposeía por la fuerza a sus “clientes” de los lotes para revenderlos.
Los disparos comenzaron durante una asamblea en la que se discutía la creación de una plaza en uno de los lotes. Los delegados del grupo, acompañados por tres personas armadas, iniciaron disparos intimidatorios cuando la discusión se intensificó. Los individuos armados huyeron después de disparar contra las víctimas. Los tiradores no son reconocidos como residentes locales.
Las víctimas mortales han sido identificadas como Tomás Waldo Velázquez Chávez, de 28 años; Eduardo Rivera, de 23; Gregorio Mamani, de 29; Leonel Enzo Tuco Tapia de 29, y Luis Fernando Bascope, de 16.
El operativo de los gatilleros
Según fuentes del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, gracias a los beneficios económicos derivados de repetidas estafas, la organización delictiva cuenta con el respaldo de jóvenes marginados, a quienes se utiliza como tiradores para presionar a las víctimas para que paguen por el loteo ilegal. Estos delincuentes fueron los autores del crimen múltiple.
Al menos 40 disparos de pistolas calibre 9 milímetro fueron disparados, según fuentes policiales. Otros testimonios sugieren que los tiradores no eran del lugar y que habían llegado para la asamblea antes de cometer los disparos.