Como tener un hogar cálido con la llegada del invierno
Con la llegada del invierno y el aumento de las tarifas de electricidad y gas, todos buscamos alternativas para mantener nuestra casa calentita sin gastar tanto. Afortunadamente, existen muchas opciones para lograrlo, ¡y aquí te contaré algunos consejos para lograrlo!
Evita las corrientes de aire
Uno de los aspectos más importantes para mantener nuestra casa cálida es asegurarnos de que no haya corrientes de aire frío ingresando. Para lograrlo, revisa el aislamiento de ventanas y puertas, y asegúrate de que estén en buenas condiciones. También puedes cubrir los agujeros o rendijas con tela o tapas para evitar que entre el frío.
Refleja el calor
Una forma sencilla de aislar el hogar del frío es colocar papel aluminio detrás de los radiadores, especialmente aquellos que están instalados en los muros. Esto ayudará a reflejar el calor de vuelta a la habitación en lugar de que se escape por las paredes. ¡Incluso puedes utilizar papel de aluminio de cocina para ello!
Coloca cortinas y alfombras
Para evitar pérdidas de calor a través de las ventanas, coloca cortinas gruesas que actúen como aislantes. También puedes agregar un forro térmico o utilizar tela polar para lograr un efecto similar. En cuanto a los pisos fríos, las alfombras con mucho grosor cumplen la misma función de mantener el calor dentro de la casa.
Aprovecha la luz solar
La luz del sol puede ser tu mejor aliada para mantener una temperatura cálida en casa durante el invierno. Abre las cortinas y persianas durante el día para dejar entrar la luz solar y calentar los ambientes de forma natural. Eso sí, no olvides cerrarlas una vez que se ponga el sol para retener ese calor al máximo.
Utiliza mantas y prendas de abrigo
No hay nada más acogedor que envolverse en una manta o usar prendas de abrigo dentro de casa en los días fríos. Esto te permitirá mantener una temperatura agradable sin necesidad de subir la calefacción y ahorrar energía al mismo tiempo.
Aísla las zonas que no se usan
Si hay habitaciones que no están siendo utilizadas, cierra las puertas para evitar que el calor se disipe en esos espacios. De esta manera, podrás concentrar la calefacción en las áreas que realmente necesitas calentar.
Ajusta la calefacción
No es necesario dejar la calefacción al máximo cuando sales de casa. De hecho, esto solo derrocha energía y no garantiza que se conserve el calor. Es mejor dejar la calefacción en un modo de bajo consumo y programarla para que se encienda un poco antes de que regreses. Si cuentas con un termostato programable, ¡mucho mejor!