Sobresaturación de las cárceles de Buenos Aires.
El desafío de la sobrepoblación de detenidos en las cárceles de la ciudad de Buenos Aires volvió a ganar relevancia en el debate público a raíz de la reciente fuga de cuatro reclusos. Este incidente, el tercero en una semana, pone en evidencia la persistencia de este problema desde 2020, a pesar de los cambios en el gobierno y la afinidad política entre la Ciudad y la Nación.
De acuerdo con la información oficial disponible hasta la fecha, las cárceles y comisarías porteñas albergan actualmente 1962 presos, un número que supera en un 88% su capacidad de alojamiento transitorio de 1041 plazas.
El origen del problema: políticas penitenciarias durante la pandemia
Las fuentes del Ministerio de Seguridad porteño atribuyen el comienzo del problema a las políticas implementadas durante la pandemia por la exjueza Laura Garrigós, designada por el expresidente Alberto Fernández como interventora del Servicio Penitenciario Federal (SPF). Según estas fuentes, Garrigós se negó a asignar cupos para trasladar a los reclusos a las cárceles federales, optando por evitar que las cárceles del SPF estuviesen sobrepobladas. Sin embargo, esta política ha llevado a una saturación de las comisarías y cárceles de la ciudad, que no están equipadas para albergar a los detenidos a largo plazo.
A pesar del cambio de gobierno y de que el SPF pasó a ser responsabilidad del Ministerio de Justicia, el problema persiste. Las fuentes consultadas indican que, aunque no ven mala voluntad por parte de la Nación, la solución que se propone es insuficiente.
El desafío de las fugas recientes
El incidente más reciente tuvo lugar la noche del domingo cuando cuatro presos escaparon de la cárcel de la comisaría vecinal 6B, ubicada en la avenida Avellaneda al 1500, en Caballito. Dos de ellos fueron recapturados poco después, mientras que los otros dos, identificados como Jonathan Coma y Nelson Riquelme Pichun, permanecen prófugos.
Las autoridades policiales informaron que los reclusos lograron escapar forzando la entrada de la dependencia y subiendo a una pared medianera. Una vez en la calle, se dieron a la fuga en una camioneta Ford EcoSport roja que estaba estacionada en las inmediaciones.
La fuga del domingo es solo una de las once que han ocurrido desde el 10 de diciembre pasado, cuando asumió la nueva administración en la Ciudad, con un total de 34 evadidos y 24 recapturados.
El secretario de Seguridad porteño, Diego Kravetz, insistió en que no cambiarán su política de detención de delincuentes y pidió una solución política para aliviar la situación penitenciaria local.
Por su parte, Leandro Halperin, exlegislador porteño y actual miembro del Comité Nacional para la Prevención contra la Tortura (CNPT), calificó la situación como preocupante. Según Halperin, la sobrepoblación en las cárceles y comisarías de la ciudad puede estar relacionada con la reducción del número de internos en el SPF, que pasó de 13.800 en 2019 a 11.300 a finales del año pasado.
El Ministerio de Justicia porteño, dirigido por Gabino Tapia, reveló que desde diciembre pasado la cantidad de detenidos en la ciudad de Buenos Aires aumentó un 20%. Como solución a la problemática, confirmaron que en mayo se podrían retomar las obras para ampliar en 2200 plazas la cárcel de Marcos Paz, un proyecto que depende del SPF pero que el gobierno porteño se comprometió a llevar a cabo.