El debilitamiento del “veranito” del dólar
Esta semana ha marcado el comienzo de un debilitamiento en el “veranito” del dólar. La cotización que las empresas utilizan para transferir divisas fuera del país experimentó un aumento de más de $150, mientras que la utilizada por los sectores formales aumentó en $100. En contraste, el dólar blue, que se referencia en el MEP, permanece estable.
La brecha cambiaria, un indicador esencial, alcanzó el 8% el 27 de diciembre, unos días después de las medidas anunciadas por Luis “Toto” Caputo. Sin embargo, esta semana se amplió al 40%, un margen manejable pero lejos del 217% de octubre pasado, lo cual está provocando inquietudes.
Los expertos del mercado destacan tres posibles causas para este cambio de tendencia: el mercado exterior está “más pesado”, una brecha tan baja mantenía a los importadores más centrados en el Contado con Liquidación (CCL) que en el bono para importadores del Banco Central (BCRA), el Bropreal, y finalmente, la paralización del megadecreto y la ley ómnibus impulsados por Javier Milei comienzan a generar incertidumbre sobre la gobernabilidad.
Análisis de la apuesta de Caputo y sus repercusiones
La estrategia de Caputo siempre ha sido arriesgada, con la eliminación del déficit fiscal en un año como principal promesa. En el ínterin, se proyecta una devaluación más alta de lo que el mercado había previsto, un dólar creciendo al 2% mensualmente y una reducción total de los pesos con tasas de entre el 8% y el 9% mensual. Esto podría resultar en una tasa implícita en dólares positiva.
Este escenario se mantendría por un tiempo si aparecen más dólares, si se realiza el ajuste y si se implementan las reformas estructurales para desregular, liberalizar y simplificar. Sin embargo, con el cepo cambiario y la aspiradora de pesos, la inflación de diciembre, enero y febrero harían su trabajo para que en los próximos meses el dinero no sea suficiente para consumir y la recesión contenga los aumentos.
La sequía de dólares y sus implicaciones
La escasez de dólares es una realidad que ha impactado a varios sectores. Actualmente, el BCRA le debe a los exportadores US$650 millones por compras temporales, y no ha logrado desbloquearlos. Este conflicto inusual destaca la sequía de dólares que dejó la era kirchnerista en la entidad monetaria.
Además, hay más señales de la desaparición de reservas del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Para pagar la deuda al FMI y a otros organismos, el BCRA tuvo que suscribir obligatoriamente una letra (deuda) del Tesoro por US$3200 millones. Esta acción ha recibido críticas desde varios sectores.
En el sector industrial, la escasez de dólares ha llevado a la UIA al Banco Central, donde se han quejado de las dificultades para registrar deudas en el registro abierto en la Secretaría de Comercio.
Las implicaciones para la economía y el futuro del dólar
En este escenario de escasez de dólares, la misión del FMI y las autoridades locales comenzaron a dialogar. El Gobierno espera obtener la condonación por las metas no alcanzadas durante la séptima revisión durante el gobierno de Alberto Fernández y, con ello, liberar los fondos para las cuotas que le corresponden al país. Sin embargo, se desconoce qué requerirá el FMI a cambio de estos perdones.
Además de esta situación, muchos están preocupados por el mal desempeño del bono para importadores, ya que se suponía que sería un medio para eliminar los pesos excedentes del mercado.
Finalmente, algunos analistas están preocupados por el futuro del dólar. Un informe de Econométrica sugiere que el BCRA no podrá mantener al dólar oficial creciendo al 2% mensual y prevén un salto del 20% en febrero. Con menos demanda de dinero ese mes, la brecha con el CCL podría crecer.