La industria automotriz ha experimentado una disminución preocupante en las ventas durante los primeros meses del año. Según un informe de LA NACION, en enero y febrero las ventas disminuyeron un 27,4% en comparación con el año anterior. Las proyecciones para este año también son desalentadoras, ya que se espera que las ventas cierren en alrededor de 340.000 unidades, en comparación con las 449.438 del año pasado.
Esta caída en las ventas ha afectado a todos los segmentos por igual, incluyendo los importados de lujo. Sin embargo, a largo plazo, las perspectivas para este segmento son más favorables debido a los cambios en las reglas de importación. Aunque el primer bimestre también registró una disminución en las ventas de importados de lujo, la eliminación del sistema SIRA ha creado un entorno más favorable para esta industria.
Los actores clave en este segmento, así como en el mercado automotriz en general, coinciden en la necesidad de tener previsibilidad, menor presión impositiva y acceso al crédito. Estos factores, junto con la estabilidad económica, son vistos como elementos clave para trazar un camino más ordenado hacia la recuperación.
Según Hugo Belcastro, presidente de la Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (Cidoa) e importador de marcas de lujo como Alfa Romeo, Ferrari, Baic e Isuzu, la economía se está estabilizando y la confianza del consumidor está aumentando. Belcastro ve la posibilidad de una mejoría en el mercado a corto plazo y no descarta la posibilidad de alcanzar el millón de unidades vendidas en unos años si la economía sigue estable y se facilita el acceso al crédito.}
Las expectativas de las marcas de lujo
Si bien el panorama para el segmento de lujo es más prometedor, las marcas como BMW y Kia no esperan un crecimiento significativo en los volúmenes de ventas. Aunque la eliminación del sistema SIRA y la apertura de las importaciones les brinda la oportunidad de ampliar su gama de productos, el segmento de lujo representa solo el 2% del mercado automotriz total en Argentina.
A pesar de esto, tanto BMW como Kia están entusiasmados con las posibilidades que ofrece el mercado de lujo. BMW confirmó la llegada de nuevos modelos como el X7, el M3 Competition y un vehículo eléctrico. Por su parte, Kia planea lanzar el Niro híbrido y el K3, un sedán y crossover producido en México.
El crecimiento de este segmento está impulsado por factores como la posibilidad de utilizar dólares propios para importar vehículos y la necesidad de reducir los impuestos y tener acceso a líneas de crédito. Los importadores utilizan dólares propios para tener una mayor previsibilidad y transparencia, aunque esto aumenta significativamente los costos. Además, se espera que la reducción de impuestos como el impuesto PAIS y la reformulación del Acuerdo de Complementación Económica (ACE) con Brasil impulsen el consumo y fomenten un mercado más atractivo.
Aunque la industria automotriz enfrenta desafíos, el segmento de lujo tiene perspectivas más prometedoras debido a los cambios en las reglas de importación. Si la economía sigue estable y se implementan medidas para reducir los impuestos y facilitar el acceso al crédito, es posible que el mercado en general experimente un repunte en los próximos años.