El Gobierno anuncia nominaciones a la Corte Suprema tras semanas de tensiones en el Senado
Tras una semana llena de tensiones en el Senado, el Gobierno ha decidido intensificar sus esfuerzos. A través de la Oficina del Presidente, se anunció la nominación del juez federal Ariel Lijo y el jurista Manuel García-Mansilla para ocupar dos plazas en la Corte Suprema de la Nación. Para que estas nominaciones se materialicen, necesitarán el acuerdo de la Cámara alta, además de una mayoría calificada de dos tercios de los presentes, un número que en la actualidad no está garantizado por el oficialismo.
Nominaciones sorprenden a ambos bandos
Este nuevo obstáculo recae en la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien ya ha enfrentado en la semana pasada un revés legislativo que generó tensiones con el Poder Ejecutivo. La Cámara alta rechazó con 42 votos el DNU 70/2023 de Javier Milei, una medida que permitiría al Ejecutivo desregular múltiples áreas de la economía y la política, un número sorprendentemente cercano al que se necesita para nombrar a un juez supremo.
El anuncio tomó por sorpresa a ambos lados del espectro político. Manteniendo el secreto que es característico de la administración liberal, la información se hizo pública a través de las redes sociales, un medio que permite una comunicación directa con su electorado.
Nominados para llenar vacantes en el tribunal
El Gobierno espera que el juez Ariel Lijo llene la vacante que ha quedado tras la jubilación de la jueza Elena Highton de Nolasco. En cuanto a García-Mansilla, actual decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, se propone su nominación anticipada con la intención de que ocupe la vacante que dejará el juez de la Corte Juan Carlos Maqueda al finalizar el año.
Todas las administraciones suelen consultar al Senado antes de enviar pliegos para evitar conflictos. Sin embargo, “Este no parece ser el caso de este Gobierno”, comentó una senadora del kirchnerismo, quien también resaltó el incumplimiento del cupo femenino en las nominaciones.
Reacción de la UCR ante las nominaciones
La bancada radical, con 13 voluntades, se mostró completamente sorprendida. “Tenemos que empezar a conversar”, señaló uno de sus referentes, quien aún no se ha pronunciado a favor o en contra de los nominados. Sin embargo, reconoció que el oficialismo ha iniciado una “jugada arriesgada”.
La diputada Carla Carrizo, cercana a Lousteau, criticó el hecho de que todos los nominados para completar el máximo tribunal de Justicia sean hombres. “El Gobierno tiene la oportunidad de corregir lo que el gobierno anterior no hizo: nombrar a una mujer para la Corte”, subrayó.
Un nuevo reto para Villarruel
Como presidenta del cuerpo, Victoria Villarruel enfrentará otro gran desafío. Ya ha quedado atrás la mayoría circunstancial de 39 senadores con los que derrotó al kirchnerismo en la sesión preparatoria. Muchos de los que la apoyaron en esa discusión ahora se muestran reticentes a las maneras del oficialismo, y están dispuestos a expresarlo con su voto. Por lo tanto, la negociación tendrá que ser uno a uno. Además, parece que esta vez tampoco se ha consultado a la vicepresidenta sobre la nominación de los candidatos Lijo y García-Mansilla.