Sydney Freeland tiene un reto enorme al ser guionista y directora de la primera serie de Marvel: Echo. Una tarea compleja, ya que tendrá los ojos de miles de fanáticos encima. Algunos, para ver si se le hace justicia a un personaje relativamente nuevo en el mundo de los cómics, que apareció en 1992 en las historietas de Daredevil.
Pero la realizadora (recordada por haber dirigido episodios de series como Fear the Walking Dead, Reservation Dogs) siente que su aventura con una heroína de naturaleza gris tiene los elementos para triunfar en el mundo de los superhéroes y darle un poco de aire fresco (que en realidad lo necesita con urgencia) a ese tipo de historias.
La trama de Echo tiene diferencias interesantes frente a otros colegas poderosos. Asimismo, debe lidiar con conflictos morales, es agresiva y brutal y creció con un halo de maldad que se tatuó profundamente en su naturaleza.
La trama gira alrededor de Maya López, que escapa de Nueva York para huir de un pasado delictivo, pero tendrá que hacer uso de su fuerza y sus dones para sobrevivir. Ella es una persona con discapacidad auditiva que es capaz de imitar los movimientos de sus adversarios y ser invencible.
El panorama la lleva a reencontrarse con viejos amigos y enemigos, a la par de una estela de muerte que va dejando en el afán de cambiar su vida. Echo se estrena este martes en las plataformas de streaming Disney+ y Star+ (con una temporada cinco episodios que podrán verse completos ese día).
La protagonista, Alaqua Cox, es sorda y, además, la primera superheróina de ascendencia nativoamericana en el universo de Marvel que tiene una serie. “La autenticidad es importante en esta serie y estoy feliz de representar bien a la comunidad sorda y a los nativos americanos”, recalcó Cox en una entrevista.
La transición de reencontrarse con su comunidad y su familia será parte del argumento de la historia de esta guerrera que ya se dejó ver antes en la serie de Hawkeye, junto a Jeremy Renner, pero ahora ella va dar la pelea con sus propias reglas. Sydney Freeland habló con EL TIEMPO y resaltó el tono adulto y cargado de acción en la serie.
¿Cuál cree que es el mayor aporte de Echo al Universo de los superhéroes de Marvel?
En mi opinión, lo más emocionante que tiene esta serie es que pudimos explorar un lado nunca antes visto del Universo Cinematográfico y de las series en Marvel, ya que contamos una historia que es un poco más íntima y un poco más humana, pero en realidad eso conlleva una tremenda cantidad de libertad, porque no estamos lidiando con estas consecuencias enormes a nivel del cosmos o el universo que siempre han estado en juego en las películas. Aquí el tema está ligado al destino de una familia, eso es lo que nos atañe, y las consecuencias de algo muy grave que ha sucedido.
Pero no puede dejar a un lado que es una serie para adultos y muy violenta para el estándar de Marvel…
Es cierto, en Echo la gente sangra, muere y la matan, se les rompen los huesos, pero ese es realmente el punto que lleva a contar una historia más terrenal y humana.
Además, se dice que es la serie más oscura que produjo el estudio. ¿Está de acuerdo con eso?
¿Sabes que sí creo que sea así? Eh… creo que sí, el tono es definitivamente más oscuro, es más valiente, es más violento. Operamos en una perspectiva más de nivel de calle, pero de nuevo, ese es el punto y todos estamos tratando de estar al servicio de la historia, así que resulta más crudo y más violento, genial, pero el público será el único que dirá o decidirá eso.
¿Puede darnos una pista, sin spoilers, por supuesto, con respecto a la humanidad de Echo?
Es realmente interesante porque, ya sabes, una de las cosas que más me llamaron la atención sobre el personaje es el hecho de que ella es una villana, ¿verdad? Y al tener conversaciones con la gente de Marvel sobre hacia dónde podríamos ir con la historia, su respuesta fue como “exploremos esa naturaleza, empujemos el tema y metámonos hasta la ‘madriguera del conejo’ para ver hasta dónde llegamos”. Y bueno, sin estropear nada, lo que puedo decir es que estamos tratando de apoyarnos y abrazar los antecedentes criminales de Maya, y veo que llegamos muy lejos.