Tras siete meses de investigación, la defensa asegura que la fiscalía no ha presentado nueva evidencia. Las acusaciones de narcotráfico, desnutrición y la existencia de una red organizada se desvanecen ante informes periciales y explicaciones médicas, fortaleciendo la teoría de un caso construido sobre prejuicios.
BUENOS AIRES – Lo que comenzó como un operativo espectacular que desarticulaba una peligrosa “secta rusa” en la Patagonia, siete meses después parece estancarse en un mar de dudas y acusaciones de “causa inventada” por parte de la defensa. El equipo legal de Konstantin Rudnev y las mujeres imputadas, liderado por Carlos Broitman, ha lanzado una ofensiva directa contra la fiscalía, asegurando que el caso se sostiene sobre pilares de arena y que, a día de hoy, no existen pruebas materiales que respalden los graves cargos de trata de personas, narcotráfico o reducción a la servidumbre.
“Hace siete meses que no presentan una prueba nueva relacionada con el objeto procesal en jurisdicción argentina”, sentenció Broitman, acusando a la fiscalía de estirar los plazos para evitar el colapso de una investigación que, según él, nunca tuvo fundamento sólido.
El Mito de las 131 Pastillas de Cocaína
Una de las acusaciones más resonantes al inicio del caso fue el hallazgo de 131 pastillas que, según las primeras versiones, contenían cocaína. Esta información fue clave para cimentar la imagen de una organización ligada al narcotráfico. Sin embargo, la defensa ha refutado esta afirmación de manera categórica.
Broitman aseguró que la acusación fue un intento de “inventar una causa de la nada”, explicando que las pastillas eran, en realidad, “medicamentos de venta libre”. Esta versión fue contundentemente respaldada por un informe oficial de la Fiscalía Federal de Goya, que analizó 22 muestras de material biológico y objetos secuestrados. La conclusión fue inequívoca: ninguna de las muestras contenía drogas o sustancias psicotrópicas ilegales contempladas en la ley argentina.

Desnutrición o Alopecia: La Batalla por el Diagnóstico Médico
Otro de los elementos que generó gran impacto mediático fue la descripción de las mujeres detenidas, a quienes se presentó en un estado de extrema vulnerabilidad, con signos de “desnutrición” que les provocaba la caída del cabello. Esta imagen fue funcional a la narrativa de “esclavas” sometidas a un régimen inhumano.
La defensa, sin embargo, ha ofrecido una explicación médica que cambia por completo la perspectiva. Ante la afirmación del fiscal federal Arrigo sobre el estado físico de una de las imputadas, Broitman respondió que la mujer no sufre de desnutrición, sino que padece de alopecia, una enfermedad congénita que causa la pérdida de cabello. Este dato transforma un supuesto indicio de maltrato en una condición médica preexistente, despojando a la acusación de una de sus pruebas visuales más potentes.
¿Organización Criminal o Grupo de Turistas? La Tesis de los “Desconocidos”
El concepto de “secta” o “red de trata” implica necesariamente una estructura organizada y jerárquica. La fiscalía ha sostenido que las mujeres actuaban bajo el control directo de Rudnev. No obstante, la defensa ataca el corazón de esta idea con una afirmación simple pero demoledora.
Según Broitman, la supuesta organización es inexistente, al punto que “el 90% de los imputados ni siquiera se conocen entre sí, más allá de compartir nacionalidad”. Esta declaración busca reducir el caso a una serie de historias individuales de ciudadanos rusos que coincidieron en la Patagonia por diversos motivos —turismo, ayuda a una amiga, etc.— y cuyo único vínculo real era el idioma y la procedencia, no la pertenencia a un grupo criminal.
Con cada prueba inicial siendo refutada por informes periciales, explicaciones médicas y testimonios de las propias imputadas, la defensa insiste en que la causa se ha quedado sin sustento. La pregunta que ahora resuena es si la fiscalía podrá presentar nueva evidencia sólida o si, como denuncia Broitman, el caso Rudnev se disolverá lentamente, dejando tras de sí un rastro de detenciones polémicas y derechos vulnerados.