El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, critica la manipulación política
En una reciente aparición en LN+, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, expresó su descontento con ciertos aspectos de la política actual. Señaló específicamente la estrategia de un sector político y minimizó las tensiones percibidas entre el presidente y la vicepresidenta. Menem aclaró que su confianza en la vicepresidenta Victoria Villarruel sigue intacta y que el problema subyacente radica en un sector político que se retirará en 2025.
El impacto del Decreto de Necesidad y Urgencia en la política
Menem indicó que las acciones de este sector estaban dirigidas contra un grupo de líderes políticos cuyo retiro está previsto para 2025 y sostuvo que este sector se opone a la vicepresidenta y su decisión de presentar el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para su discusión el jueves en el Senado.
En el mismo tono crítico, Menem argumentó que el DNU afecta a muchos intereses y que hay una clara intención de obstaculizar la labor del gobierno recientemente asumido. Enfatizó que aún quedan pendientes decretos desde 2021, y cuestionó el repentino interés por implementar el DNU.
Además, aseguró que aunque la población en general apoya el DNU y la Ley de Bases, la verdadera pregunta es si la política se alineará con la sociedad o si un sector seguirá resistiendo. Enfatizó que no hay lugar para posiciones intermedias en este asunto: o se apoya al gobierno legítimamente electo o se protegen intereses personales.
Las palabras de Menem se producen antes del debate que se desarrollará el jueves en el Senado. Coinciden con la expresión de “preocupación” de la Oficina del Presidente Javier Milei, que criticó a la clase política por avanzar con una “agenda propia y unilateral” que dificulta las negociaciones y el diálogo en torno al megadecreto anunciado el 20 de diciembre.
El comunicado de la oficina del presidente acusa a la iniciativa de promover una reforma jubilatoria sin consenso, violando el espíritu del acuerdo promovido por el presidente.
En la Casa Rosada, fuentes importantes admitieron que el mensaje estaba dirigido tanto a la oposición como a la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien decidió convocar la sesión sin el acuerdo del presidente. Las fuentes de Balcarce 50 indicaron que la decisión de la administración era no discutir el DNU y que no tenían conocimiento de los compromisos asumidos en su inclusión en la agenda.