Refuerzos de Fuerzas Federales Llegan a Rosario
El miércoles pasado, Rosario recibió una ola de nuevos efectivos de las fuerzas federales para finalizar la primera oleada de refuerzos proclamada por la Ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, a principios de semana. Con estos 450 agentes adicionales de la Gendarmería, Policía Federal y Prefectura, se espera reforzar el plan de seguridad guiado por Bullrich y el gobernador Maximiliano Pullaro. Además, se anticipa la llegada de equipos del Ejército, incluyendo helicópteros, camiones, automóviles y equipos de comunicación.
Conflicto y Desconfianza en el Escenario Policial
Este despliegue reciente tiene lugar en un ambiente de desconfianza y conflicto en relación con la Policía de Santa Fe. Algunos efectivos de las fuerzas federales han expresado su descontento con sus colegas provinciales, a quienes acusan de tener vínculos con bandas de narcotraficantes. Durante las reuniones privadas que tuvieron lugar esta semana con Pullaro, se puso de relieve este problema, exigiendo al Gobernador que tomara medidas contra los altos cargos de la policía bajo sospecha.
Operativo “Antinarco” y Planes Futuros
Cerca de una estación de servicio en la Ruta 9, Bullrich presentó detalles sobre las operaciones que las fuerzas de seguridad están llevando a cabo en su lucha contra el narcotráfico. Bullrich también adelantó que enviará al Congreso un proyecto anti-bandas narcotraficantes, con la intención de imputar a todos los miembros de una banda el delito cometido por uno de sus integrantes.
Este último punto se encuentra en un contexto de escalada de violencia que ha golpeado duramente a la ciudad de Rosario, con cuatro asesinatos recientes a manos de sicarios como represalia de las bandas de narcotraficantes a las políticas restrictivas implementadas en las cárceles.
Las víctimas incluyen a Héctor Raúl Figueroa, un taxista de 43 años, ejecutado con nueve disparos en el barrio Las Delicias; Diego Alejandro Celentano, de 32 años, también taxista, asesinado con un disparo en la cabeza; Marcos Daloia, un conductor de trolebús que fue baleado y falleció tras cuatro días de hospitalización; y Bruno Bussanich, un trabajador de una estación de servicio de 25 años, asesinado el 10 de marzo en su lugar de trabajo.
Estos acontecimientos han dejado a los ciudadanos y a los miembros de las fuerzas de seguridad en estado de alerta y tensión, y han subrayado la necesidad de medidas decisivas y efectivas en la lucha contra el narcotráfico y la violencia en la ciudad de Rosario.