Desafíos de la administración de Javier Milei en Infraestructura
Desde su primer día en el área de Infraestructura, Javier Milei ha enfrentado una serie de problemas que actualmente han evolucionado a un caos de gestión. Hace dos semanas, el Presidente despidió al ministro original, Guillermo Ferraro, y reveló que su cartera se fusionaría con el Ministerio de Economía, a cargo de Luis “Toto” Caputo. Sin embargo, esta fusión aún no se ha formalizado.
Durante los últimos 15 días, Ferraro ha estado de licencia a solicitud de la Casa Rosada para evitar nombrar a un ministro interino y, jurídicamente, delegó su firma en el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Esta situación duró hasta esta tarde, cuando Ferraro, cansado de la situación, presentó finalmente su renuncia por escrito.
Burocracia y crisis en el área de Transporte
En el Gobierno, se atribuye esta falta de liderazgo a “cuestiones burocráticas”, ya que la fusión de ambos ministerios (Infraestructura y Economía) es un proceso complicado. Estos son dos ministerios estatales masivos que supervisan decenas de secretarías, organismos, concesiones y empresas públicas.
En este escenario peculiar, surgió una crisis en el área de Transporte, el área más sensible del ministerio debido a su impacto directo en la vida cotidiana de los ciudadanos. En particular, se destaca la mala gestión en el anuncio del aumento del boleto de transporte y la decisión de imponer un aumento significativo a las tarjetas SUBE que no estén registradas, lo que resultó en un registro masivo de usuarios totalmente inesperado.
El factor político y la incertidumbre futura
Ahora, el factor político también está en juego. El secretario de Transporte, Franco Mogetta, un cercano aliado de Juan Schiaretti, se encuentra en una posición incómoda debido a la furia de Milei por los votos de los diputados de Córdoba contra algunos puntos de la ley Bases.
Si finalmente Milei decide despedir a los funcionarios de Córdoba en su gabinete, el Gobierno tendrá que encontrar reemplazos para puestos sensibles de inmediato. Junto con Mogetta, el titular de la Anses, Osvaldo Giordano, y el del Banco Nación, Daniel Tillard, también están bajo presión debido al “factor Córdoba”.
Estas decisiones ocurren en un momento que podría ser un punto de inflexión política para Milei. Después de probar lealtades con el debate de la ley ómnibus, los libertarios reconocieron internamente que Pro “jugó limpio” y que otros sectores fueron más evasivos.
En Infraestructura, los libertarios hasta ahora han vetado específicamente cualquier ingreso relacionado con el sistema del ex ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. Las designaciones en ese ministerio quedaron atrapadas en un tira y afloja entre Ferraro y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Desde su primer día, Ferraro ha estado limitado en su poder y en la gestión de los fondos. Cuando “Toto” Caputo decidió reemplazar el paquete fiscal que estaba en la “ley ómnibus” con más recortes de gastos, muchos de los proyectos de Ferraro quedaron fuera del plan de gobierno. Esto resultó en un vaciamiento del área de Infraestructura.